Día del Técnico Anestesista

En el día de los Técnicos que colaboran con la tarea diaria de los Médicos Anestesiólogos, ASAAR quiere destacarlos y contar la historia de vida que hay detrás de cada labor. En su representación, describieron su tarea Cristina Bueno, Raquel Tobar y Jorge Alba.

Hace más de 30 años que Cristina Bueno recorre los pasillos del Quirófano del Hospital Privado para trabajar en equipo con Anestesiólogos y Cirujanos. Ella habla de su trabajo como el eje central de su vida con momentos duros y otros de satisfacciones.

“Comencé a los 27 años, cuando el Quirófano estaba en planta baja”, recuerda Cristina, quien ha sido testigo de importantes transformaciones edilicias del Hospital. En cuanto a su tarea diaria mencionó que la disfruta mucho, ya que “atendemos directamente al paciente y eso a mí me encanta”, explicó.

Entre tantas emociones que vivió allí dentro, también encontró el amor, un compañero con quien estuvo 23 años, “en el ’82 yo entré y empecé a salir con él en el ’85, hasta el 2008 que falleció”, recordó con nostalgia. “Y de ahí nunca más conocí a nadie”, comentó.

Así es como transita su jornada laboral que si bien ahora es de un turno, hubo 15 años en los que trabajó cubriendo los dos turnos “entraba a las 7 de la mañana y me iba de noche”, expresó.

Coincidió con Raquel Tobar en que la satisfacción más grande es ver bien al paciente, saber que tuvo una buena recuperación y que no sufrió dolor.

Raquel tiene dos hijos, “uno de 22 (Facundo) que trabaja y no quiere saber nada con la salud, el más chico tiene 15 (Tomas) y ese sí dice que quiere ser lo que es la mamá, ya eligió Ciencias Naturales en la escuela”, comentó.

Junto a Cristina es con quien recorre los 4 quirófano sin pausa, “salís de uno y entras en el otro, a veces no podemos parar un minuto, es algo que te tiene que gustar el “volverte loca”, si son personas tranquilas creo que no andarían bien en el puesto”, explicó Raquel.

Por otra parte, Jorge Alba (42) trabaja como técnico anestesista en Sanatorio Argentino y afirma que aprendió de la mano de la Dra Ochi y luego del Dr. Riveros, ambos Médicos Anestesiólogos. “Ochi fue quien me preparó desde cero, después seguí con Riveros quien me perfeccionó y me preparó bien porque decía que yo me adelantara a lo que ellos querían”, contó Jorge.

“Luego me ofrecieron entrar en el Sanatorio Argentino, para cubrir guardias y para saber si podía organizar el servicio y así es como hoy le enseño a los chicos que tienen capacidad en enfermería pero que esto es nuevo para ellos. He logrado hacer un nuevo grupo de gente muy capacitada”, indicó.

Jorge formó familia con una fonoaudióloga y asegura que sería un orgullo muy grande que en unos años sus hijos llegaran a ser anestesistas, “porque es fabuloso, por lo que saben del ser humano”.

 

¡Feliz día!

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